Un encuentro que deja huella
Tal y como lo he señalado en muchos reportajes y libros (soy periodista y autor), tuve la suerte de conocer a Lanza en los años 70, y me dedicó su libro, principal para mí: Técnica de la No-violencia, con una muy bella firma estilizada.
Le añadió una palabra, una sola: PAZ. ¡Todo quedaba dicho (y escrito)!