Junio 1948 : las bodas de Shantidas y Chanterelle
En 1948, tenía veinte años y me entusiasmó la lectura de la Peregrinación a las fuentes. Así que escribí a la editorial Denoël para poder tomar contacto con el autor, cuando el 31 de enero acontecía el asesinato de Gandhi. Acosado por los periodistas que deseaban obtener informaciones de primera mano sobre Gandhi, Lanza del Vasto encontró sin embargo el tiempo de responderme, fue así cómo empecé a seguir su enseñanza con un grupito de discípulos suyos, entre los cuales se encontraba Chanterelle quien dirigía los cantos folclóricos y litúrgicos.
Un día, para sorpresa general, Lanza anunció su boda con Chanterelle en San Juan, fecha en la que también los compañeros hacen sus votos. Los más fanáticos entre nosotros saltamos: « ¿qué, nuestro gurú sucumbe a la carne como un simple mortal?” Me parece incluso que algunos entre los que estábamos, nos dejaron, decepcionados.
No tuve la ocasión de asistir a la boda, pero estuve presente para la hoguera de San Juan siguiente, e incluso saltando por encima del fuego como lo manda la tradición, ¡perdí mi billetero! Chanterelle me lo envío por correo: ¡no se había quemado! ¿Señal premonitoria de mi entrada en el Arca? Sea lo que sea, he pasado allí veinte años de mi vida y mis nueve hijos han nacido en el Arca.
Uno de mis queridos amigos de los primeros tiempos, Pierre el Fidèle (así llamado porque aunque fuese del norte de Francia, nunca faltó a una hoguera de San Juan), estuvo presente aquella noche de bodas y una pavesa agujereó su camisa. En memoria de aquel gran acontecimiento, cada San Juan enarbolaba esta histórica camisa en la que había conservado y decorado el agujero. Se trata de Pierre Leroux, fundador de la famosa “achicorea Leroux” de la que tomo cada noche una gran taza.
Esto es, queridos amigos, lo que he podido sacar de mi memoria que empieza a fallar, esperando no haber vulgarizado demasiado este solemne 70 aniversario de las bodas de Santhidas y Chanterelle.