Veo tus dibujos y no los veo...

Shantidas,

Veo tus dibujos y no los veo por qué eres tú a quien veo, maestro bien amado de enorme corazón. Amo tus grandes árboles, no por su dibujo, sino por tu mano que largamente los acarició.

Me pregunto a menudo lo que hubieses pensado de esto o lo otro, de este o aquel, y me doy cuenta de que ahora tengo la misma edad que tú cuando lucías aquella larga barba blanca. Sé que debo responder por mí mismo ¡pero me hubiera gustado tanto saber aquello que tu gran corazón cristalino te hubiese hecho decir!

Nunca te he conocido en carne, mas echo en falta tu ser, y esto, más que nunca. Reza por nosotros todos, Padre bien amado del Arca, desde tu cielo de luz, paz y gozo, porque aquí abajo es casi de noche. Beso estas manos de las que decías:

Hombre que no has visto mi semblante de vida,
Conoce mi mirada verdadera a través de estas palabras,
Mi estatura y mi paso, mi aliento también,
El exacto calor de mis dos manos amigas. 

(La Cifra de las cosas- liminar)