El Evangelio en el día a día
Jean Biès, mi profesor de Letras en el instituto durante tres años, fue el primero en hablarme de Shantidas. Le conoció muy bien y ha escrito un libro: Dialogué con los buscadores de verdad, en donde habla de él. En 1972, me mostró su tesis oficial, Literatura francesa y pensamiento hindú, donde narra su encuentro con Lanza.
En 1975, Shantidas animó tres veladas de charlas en Burdeos donde fui a escucharle. Cuando le vi por primera vez, su aspecto me impresionó: parecía un profeta. Al final de una de estas charlas, estuvo hablando con los participantes. Me acerqué y le pregunté: “¿en política, dónde os situáis?” Me respondió: “Estoy a favor del Reino de los cielos” –lo cual me descolocó bastante.
Quise conocer las comunidades. Me dijo: “ven y ve, te acogeremos” En 1978, fui a la Fleyssière, acompañada de Jean-Roger Francq y de su esposa « Passereau » que había sido una de las primeras en conocer a Lanza en París. Ambos venían a renovar su promesa de Aliados. ¡Qué placer oír hablar a Shantidas, ofreciéndonos una, y dos charlas! No conocí a Chanterelle.
Desde mi encuentro con el Arca, mi vida cambió. ¡Al fin encontraba un lugar en donde el evangelio se vive en el día a día! Correspondencia entre la vida de cada día y las palabras evangélicas. Luego me sumé, con mayor o menor regularidad en mi participación, a las reuniones (estamos bastante alejados geográficamente) del grupo de Amigos del Arca del suroeste.