El director de escena
Mi abuela vivía en Ceilhes, al lado del Arca. Tenía 13 años cuando vi a los “no-violentos” por primera vez. En el pueblo no se hablaba del Arca sino de los “no-violentos”, con cierto respeto de hecho, porque aquellas gentes “tenían estudios”.
En enero del 1970 tuve ocasión de escuchar a Lanza en una de sus conferencias. Aquella noche Lanza estaba pletórico, habló de la revolución no-violenta con tal energía ¡que me conquistó! Tuve la convicción de haber encontrado lo que buscaba.
Me uní inmediatamente al grupo de amigos del Arca de Perpignan donde era estudiante. Al año siguiente, como me mudaba a Montpellier, con un compañero relancé el grupo de Montpellier paralizado desde la partida de Jo Pyronnet. También viví seis meses en el Larzac para sustituir a Roger Moreau que era mi padrino dentro de la alianza.
Sólo después de acabar mi tesis y mi doctorado en geología, integré el Arca para un primer período de prueba. Chanterelle me solicitó para el verano siguiente, lo cual me hizo sentir muy bienvenido. Luego pedimos Criquet y yo, a juntarnos en Nogaret. Era el año 1970, había un momento de gran bajón por allí. Sólo quedaban dos parejas y unas cuantas personas en período de inmersión. Enseguida me confiaron el gallinero y el jardín. La economía estaba debilitada porque había disminuido la venta de los tejidos, agrandé el jardín para vender verduras. ¡Vendía una tonelada de col “choucroute” al año! Tenía mil pies de tomatera, hacíamos todas las conservas. Criquet se ocupaba de la quesería y también vendía. Vivimos allí diez intensos años. Me encantaba pero era cansado.
Nunca habité con Shantidas pues él vivía en la Borie, dos quilómetros más abajo, pero nos relacionamos a través del teatro, fue una experiencia muy fuerte.
En efecto, mucho antes de aquellos años, en la época de nuestras primeras estancias en el Arca, después de una comida con ellos, Chanterelle y Shantidas nos pidieron organizar un espectáculo para ellos en Montpellier. Se trataba de reservar una sala, hacer la promoción, organizar el alojamiento de todos aquellos miembros de la comunidad que iban a danzar… Aceptamos sin dudarlo y alquilamos el gran Teatro para el día 3 de enero de 1974, a pesar de las preocupaciones de nuestros amigos del grupo. Estaban previstas danzas de la comunidad, danzas de Gazelle e intervenciones de Shantidas. La sala se llenó enseguida, hubo que rechazar a gente. ¡Un éxito total!
En la época en la que vivíamos en Nogaret, Shantidas nos reunió a todos una noche para darnos una conferencia. Para nuestra gran sorpresa, nos hizo la lectura de su obra Noé, y seguidamente nos comunicó su intención de poner en escena la Pasión y Noé. Así fue como empecé con el teatro, contratado para representar el papel del “horrible Kuss” de la policía secreta en Noé.
En el primer ensayo no inspiré otra cosa que exclamaciones temiendo la catástrofe…Pero Shantidas me enseñó el papel, ¡y allí fue, al observarle, cuando comprendí el teatro! A la semana siguiente no cayeron sobre mí sino exclamaciones entusiastas y alentadoras! Y la noche del estreno, Shantidas me dijo: “¿Quién lo hubiese creído? Has creado el papel, eres tú quien lo ha creado!”
Estaba conmovido, esto me liberó para todo lo que tuve que representar después: Satán en La Marcha de los Reyes, Azazel en Noé, ¡era genial! Para Satán, rechacé el vestuario habitual (mallas negras con una cola) y propuse el traje con corbata y maletín. “De acuerdo” me dijo. ¡Un nuevo Satán había nacido!
Más adelante, en los comienzos del renacer de la Abadía de Sylvanès, aceptamos representar allí Noé. Con motivo de su ausencia, Shantidas me confió la obra entera: realizar el vestuario, animar los ensayos, la puesta en escena…etc. Por suerte teníamos una amiga costurera en Béziers, pues el vestuario de Noé es realmente complejo. Esta amiga pudo realizarlo los trajes tal y como los dibujó Shantidas, mientras que Michel Lefeuvre fabricaba bellas máscaras. Shantidas estaba en todo. Venía cada día a Nogaret para mostrarme sus diseños de vestuario y máscaras. En aquellos momentos parecía un niño, con una sonrisa irresistible. Era imposible negarle lo que fuese.
Pero el golpe más duro fue a la vuelta de uno de sus viajes por Italia. Shantidas vino a verme y me dijo: “Pues mira, he conocido a una troupe teatral y no adivinarás cómo se llaman?: ¡Il teatro del arca ! Les he invitado a la Borie, vamos a representarles Noé y La Marcha de los reyes.
Un desafío enorme en tan poco tiempo: hice amagos de protestas pero en vano. En efecto ensayamos y representamos ambas obras, un día tras otro. ¡Terrible!
Todo esto se hizo entre 1978 y 1980, un período corto pero lleno de alegría. Al margen de esto, Lanza quiso montar una escuela de arte en las alturas del Nogaret. Algunos no aceptaron este proyecto justo al lado de su comunidad, diciendo que no era el Arca. Para él esta escuela debía ser la “corona del Arca” pero para ellos era inaceptable…tuvo que renunciar. Fue para lanzar esta escuela de forma itinerante que se marchó a la comunidad de España al final de 1980, y allí es donde murió el 5 de enero de 1981.