El Arca es vuestra
La primera vez que vi a Shantidas durante mis prácticas en la Borie-Noble en 1977, estaba sentado en frente mío en la mesa. Estaba terriblemente impresionada. ¡Tenía tal presencia! No me atreví a decir palabra. Comimos en silencio. Pero durante sus charlas en la Fleyssière, ¡nos hacía mucho reír con su mímica y sus muecas! Cuando hablaba del Pecado original, ¡era todo un espectáculo!
Le recuerdo también encarnando a Abraham durante una fiesta. Era sobrecogedor, una presencia conmovedora. Un día, al verle tan triste a la salida de una misa, fui a agradecerle de haber fundado el Arca. Respondió sencillamente: “Voilà, el Arca es vuestra, haced lo que queráis con ella”.