La vida de Lanza del Vasto, a imagen de su pensamiento, liga entre ellos universos muy distintos. Poesía, metafísica, escultura, música medieval, vida comunitaria, trabajo manual, acción no-violenta, ¡nada le es extraño! Tratemos de resumir en pocas líneas esta trayectoria excepcional.
Criado en el seno de una familia aristocrática del sur de Italia, en su juventud estudia en París, luego en Florencia y en Pisa donde hace la lectura en 1928 de una tesis de doctorado en filosofía. Llevado por un inmenso apetito intelectual, mas también por un intenso amor a la vida, duda entre una carrera universitaria y una vida de artista. Frecuenta los escritores de su época, establece una amistad profunda con Luc Dietrich, viaja por Italia, Alemania y Grecia.
Pero pronto el deseo de “mirar al mundo a los ojos” le lanza hacia más lejanos horizontes. En la India que atraviesa desde Ceilán hasta el Himalaya, el poeta filósofo se hace vagabundo y peregrino. En el centro de este viaje, el encuentro decisivo con Gandhi, que le da un nombre nuevo: Shantidas, servidor de paz. Toda su vida queda marcada por la no-violencia, no como un mero ideal moral sino como un resorte de transformación espiritual y social.
De regreso a Francia, Lanza publica en 1943 la Peregrinación a las fuentes que relata su viaje y le da celebridad. Tiene el gran proyecto de fundar una “orden gandhiana de Occidente” de inspiración cristiana, abierta a todo hombre de buena voluntad. Mas los años de guerra le obligan a tener paciencia. En 1948 funda la Comunidad del Arca (“l’Arche”) a la cual se consagrará durante treinta y tres años, impartiendo por el mundo entero un mensaje de sabiduría y de paz. Muere en España el 5 de enero de 1981 a los ochenta años.
Cada etapa de este recorrido es increíblemente rica y merece contemplarse de cerca. Poeta, peregrino, patriarca, profeta, ¡Lanza del Vasto parece haber vivido varias vidas en una!
Distingamos aquí tres grandes períodos de su existencia: