Una travesía por el Antiguo y el Nuevo Testamento, rica en símbolos e interpretaciones. Un camino hacia el Cristo, cima de la historia bíblica, sin olvidar el tiempo de los patriarcas y de los profetas de los que Lanza es él mismo testimonio.
Se puede decir que Lanza es un hombre de la Biblia. Además de sus aires bíblicos está modelado por las Escrituras y las cita a menudo.
Toda su obra teatral está de hecho inspirada por personajes y sucesos bíblicos: Noé y el diluvio, David y los celos de Saúl, el pesebre y la Adoración de los Magos, la Pasión y Resurrección de Jesús.
A los primeros compañeros del Arca, Lanza les explicaría profusamente las Escrituras, de manera metódica o improvisada, pero siempre atenta e inspirada. Empezó por el Evangelio, de cuya penetrante lectura Judas, publicado en 1938, es testimonio. Las charlas semanales entre 1946 y 1948, abarcaban toda la vida del Cristo; se compilaron en Comentarios del Evangelio publicado en el año 1951.
Sabemos que Lanza comentó por aquel entonces la historia de los patriarcas, especialmente la de Jacob, pero las charlas de aquella época han quedado inéditas. En cambio, Las Cuatro Plagas, que vio la luz en 1959, presenta un original comentario del Apocalipsis, en el cual “la Bestia que sube del mar” (cap XIII) es asimilada a la tecno-ciencia.
Finalmente, en 1968, Lanza publica La Subida de las almas vivientes, un extenso y clarificador comentario de los relatos de la Creación y del Pecado Original; y en 1971, publica “Reflexiones alrededor del pesebre” en El lindero de las tres virtudes, libro que firma conjuntamente con Arnaud de Mareuil.
Así, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, pasando por el Antiguo Testamento y la vida de Jesucristo, son las Escrituras santas por entero que Lanza del Vasto relee e interpreta.
No es exagerado decir que la Biblia es para Lanza el paisaje, el lienzo de fondo, en el que se inscribe su obra y su persona. Si este hombre parecía salido directamente de los tiempos bíblicos, no era por artificio sino porque los habitaba en profundidad.